jueves, 16 de febrero de 2017

HidroCer: reducción de hasta el 98 % en la demanda de refrigeración (en climas similares al de España)


Sofía Melero Tur, doctora arquitecta en Construcción y Tecnología Arquitectónicas por la Universidad Politécnica de Madrid, nos presenta HidroCer - la piel del edificio que evapo-transpira.

  • ¿En qué consiste HIDROCER?
Las fachadas ventiladas actuales tienen el objetivo de reducir las pérdidas y las ganancias de calor en los edificios tanto en invierno, como en verano. Sin embargo, la realidad es que no acaban ventilando adecuadamente, de tal manera que la cámara de aire se calienta y los edificios acaban sobrecalentándose en verano. 
Aquí es donde entra HidroCer, con una manera de funcionar similar a la evapotranspiración de nuestra piel. Si llevamos esta “piel cerámica” a la envolvente del edificio podemos llegar, con sólo 2,5 cm de espesor, a reducir hasta el 98 % la demanda de refrigeración en un clima como el de España. 

Llevamos cinco años de desarrollo en laboratorio, y hemos llegado a medir que para temperaturas del aire cercanas a 70 ºC, la temperatura de la pieza cerámica se mantiene en torno a los 27 ºC. Es decir, en un clima como el del Sáhara se podría mantener el edificio en confort sin necesidad de un equipo de aire acondicionado. Por tanto, reducimos la dependencia energética y el efecto isla de calor en las ciudades al tener las fachadas de los edificios a temperaturas más bajas.

Nuestro potencial socio tecnológico es del sector cerámico. España es el 4º productor mundial de cerámica y el 2º país que más la exporta, lo que supone una ventaja competitiva para el desarrollo del producto.
  • Recientemente has participado con HIDROCER en 2T Challenge ¿qué te animó a participar? 
La principal motivación fue testear qué respaldo podría tener HidroCer entre el panel de expertos del mundo de la empresa y de la I+D+i que iban a evaluar las tecnologías. La diversidad de soluciones presentadas ha sido muy grande y todas muy buenas, lo que indica el alto nivel que hay en nuestra universidad.

El haber llegado a estar entre los finalistas y ver el interés que suscitó el día de la presentación ante empresas e inversores lo he vivido como un premio a la larga labor de investigación y trabajo que hay detrás.
  • Además realizaste en el marco de dicha competición el Curso de Comercialización de la UPM ¿crees que a partir de ahora cambiará en algo tu labor como investigadora?
Por supuesto, creo que a muchos de los que nos dedicamos a la investigación nos cuesta tener la visión de “producto”. Es decir, no sólo es saber para qué sirve y cuál es nuestra pequeña aportación a la humanidad, sino saber cómo transformarlo en un producto de mercado. 

En el Curso de Comercialización se tratan muchos aspectos de la comercialización de tecnologías, pero sobre todo aporta al investigador la visión que un inversor o empresa comercializadora va a tener de nuestra tecnología. Comprenderlo es crucial para establecer diálogo y negociación.

  • ¿Qué destacarías de este curso?
Los investigadores nos sentimos perdidos muchas veces en los pasos que hay que dar entre el prototipo de laboratorio y el producto de mercado. Es un camino que no conocemos bien y cuesta enfocarlo con nitidez. Para mí ha sido fundamental conocer estos pasos para también poder evaluar cuál es el estado de desarrollo de nuestra propia tecnología como producto.

  • La UPM es pionera en España en la impartición del Curso de Comercialización para investigadores y en el 2T Challenge, ¿crees que estas iniciativas ayudan al investigador?
Ayudan, por supuesto, y las considero imprescindibles para el investigador tras haberlo vivido.

Los investigadores vemos el mundo desde la óptica del potencial que hay en lo que nos rodea, lo llevamos a laboratorio, lo experimentamos y luego tenemos que transformarlo en producto de mercado. Ahí es donde la mayoría de nosotros tenemos el gran hándicap, porque no sabemos cómo. Iniciativas como ésta ayudan a clarificar el cómo hacerlo y nos mueven a llevarlo a cabo. 

  • ¿Se le da el suficiente valor a la comercialización de resultados y a la transferencia de tecnología en nuestro país?
Definitivamente no. Sólo hay que salir un poco más allá de nuestras fronteras y vivirlo. En la mayoría de países de Centroeuropa se cuida mucho más al investigador que en España. Si un investigador cobra un salario digno, que le permita no estar preocupado por su subsistencia, su dedicación será plena, obtendrá mejores resultados, mayor potencial de transferencia tecnológica entre centro de investigación y empresa y, finalmente, una mayor comercialización de resultados. La ecuación es sencilla pero sencillamente el Gobierno no se lo toma en serio y no ponen los medios. 

Aún así, considero que hay buenos investigadores en nuestro país. Nuestro principal problema son los recursos, dedicarse a la investigación en determinados campos en nuestro país es a veces asimilable a ser voluntario en una ONG. Por esto es tan importante que se promuevan actividades como el Curso de Comercialización o la iniciativa 2T Challenge.

¿Estás interesado en la tecnología HidroCer? Consulta más información en el Marketplace de la UPM. Esta tecnología fue finalista en la primera edición de la Competición UPM Innovatech 2T Challenge.


Sofía Melero es doctora arquitecta en Construcción y Tecnología Arquitectónicas; máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática (MAYAB) y arquitecta por la UPM. Además, es miembro del equipo del grupo de Investigación ABIO-UPM. En los últimos años ha redirigido su experiencia profesional hacia la rehabilitación y reformas de viviendas, enfocando el resultado final en mejorar el confort para el habitante, confort higrotérmico, visual, lumínico y acústico; reduciendo los consumos energéticos de las viviendas y aumentando su calidad del aire interior.




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